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La salud de los deportistas
Un aire viciado, o no lo suficientemente depurado y renovado, es perjudicial para el rendimiento, pero sobretodo para la salud de los deportistas. Virus y bacterias se encuentran latentes en el aire que respiramos. Los riesgos se multiplican en instalaciones deportivas. No es lo mismo la actividad respiratoria de una persona que está sentada en el sofá sin realizar ningún esfuerzo físico que la de un deportista haciendo pesas.
La frecuencia respiratoria normal para un adulto en reposo es de 12 a 15 respiraciones por minuto, en cada respiración se moviliza entorno al medio litro de aire, lo que se traduce en que cada minuto, movilizamos entre 6 y 7,5 litros de aire. Pero la frecuencia respiratoria, y en consecuencia, la cantidad de aire que movilizamos se multiplica cuando practicamos algún esfuerzo. En el caso de una situación de ejercicio muy intensa, la frecuencia respiratoria puede llegar a 40-50 respiraciones por minuto y el volumen movilizado en cada respiración se sitúa alrededor de 3-4 litros. En la intensidad máxima de ejercicio se movilizan entre 120 y 200 litros por minuto.
Por este motivo, para el bienestar de los deportistas y usuarios de las instalaciones deportivas es extremadamente importante contar con el sistema de ventilación y tratamiento de aire adecuado para garantizar que el aire que respiran los usuarios en las instalaciones está limpio de elementos nocivos para la salud. Es por ello que apostamos por nuevos métodos de purificación como las cámaras germicidas, mediante la utilización tecnología de luz ultravioleta UVc.